LA CULPA ES DE LA VACUNA

Hoy hemos ido a ponerle la vacuna de la varicela a nuestro hijo, luego lo hemos llevado a donde trabajo para que lo vean mis compañer@s y mientras yo terminaba mi jornada laboral, mi mujer le daba la comida en la cafetería de la empresa. 

Lo normal y después de lo que hemos comido estas fallas era irnos a casa a comer, pero... las tentaciones son las tentaciones y al final nos hemos ido a comer al Carpe Diem que nos gusta mucho su menú porque está realmente muy bueno todo lo que hacen. 

Yo me he pedido de primero tallarines a la carbonara y mi mujer un arroz negro (todo buenísimo).

Y de segundo me he pedido pechuga rebozada, ya se que no es muy elaborado, pero hasta eso lo hacen perfecto, no estaban para nada aceitoso. Mi mujer la verdad es que ha sabido elegir mejor que yo, que ojo!!!! me apetecía mucho comer lo que me he comido, pero... es que lo de mi mujer estaba para chuparse los dedos (lomo con salsa de champiñones y queso, al horno).

Tengo que hacerme la idea que no tenemos remedio, pero de aquí a semana santa tengo que rebajar todo lo que he engordado 1,3 kg. Ya se que no es nada, pero, como siga así, no es que no los voy a perder, sino que todavía cogeré alguno que otro más, ya que como sabéis no estoy haciendo deporte debido a mis tobillos y aunque podría hacer pesas en casa, nunca encuentro el momento.

Como siempre y para las comidas utilizo el objetivo Sony 30 mm macro, que me encanta el trabajo que hace.