Todo empezó aquí:
La gente descansa...
Cogemos velocidad...
Grandes vistas desde el tren...
Llegamos a casa y entregamos algunos regalitos (jabones y cremas naturales) hechos por mi mujer.
A cambio recibimos una buena comida.
Y por la noche...
Lo único que no estaba bueno eran las gambitas, que sabían a Amoniaco...
He de decir que este sitio ha disminuido la calidad de sus platos considerablemente desde la última vez que estuve... 6 meses... o fue mala suerte.
Al día siguiente de la boda, tocaba volver por la tarde a casa.
Llegando a Valencia...
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